Apto para público en general

Se accidentó mi hijo en la fiesta. ¿Puedo demandar?

El fin de semana pasado, invitaron al Abogado Sin Corbata a una fiesta infantil. Y probablemente sea la última, después de que mis amistades con hijos lean este artículo.

Pero bueno, me atrevo a escribirlo porque se acabó la fiesta y no pasó accidente alguno.

Estaba sentado en la sección de adultos, viendo cómo los niños brincaban felices en un trampolín de bungee jump. 

Y al no tener niños que andar persiguiendo, mi trastornada mente de abogado empezó a girar: Si algo falla en ese juego, ¿a quién podrían demandar los papás del niño accidentado?

¿Al fabricante del juego?

¿A la empresa contratada por los papás anfitriones para dar esa amenidad a los invitaditos?

¿Al empleado de la empresa que estaba subiendo a los niños al brincolín?

¿A los papás anfitriones? 

¿O a ninguno, porque fue culpa de los papás al permitir que su hijo se subiera? ¿O en su caso, por no vigilar a su hijo?

Desde luego que la casuística puede ser mucha. Pero me voy a situar en las dos hipótesis más probables: 

a) Que un juego de esos tenga una falla mecánica (mal armado, falta de mantenimiento

b) Ocurrió algo desafortunado porque el operador cometió un error

En términos generales, los papás del niño accidentado pueden demandar:

  • En el supuesto (a), contra la empresa que prestaba la amenidad. A menos que esta demuestre tomó todas las precauciones / dio todos los mantenimientos necesarios al juego. Y que lo sucedido, fue de plano algo fortuito. Acto de Dios a veces dice la doctrina. 
  • En el supuesto (b) contra el operador y la empresa (la segunda es civilmente responsable por el actuar del primero).

¿Y contra los papás anfitriones que contrataron el juego? La postura Sin Corbata es que sí pudiera haber elementos contra ellos.

El Código Civil Federal (así como los demás Códigos Civiles del País, hasta donde sé), contiene una obligación genérica de responder por los daños y perjuicios causados “por obrar ilícitamente o contra las buenas costumbres, a menos que se demuestre el daño se produjo como consecuencia de culpa o negligencia inexcusable de la víctima”. 

Cuando los niños son afectados, los tribunales interpretan este principio de manera amplia y generosa

A lo mejor esta reflexión la emito todavía sugestionado por una sentencia que sigo rumiando (visible AQUÍ): un cirujano “coordinador de cirugía”, fue acusado de negligencia por los errores del anestesiólogo:

“Pero la anestesiología no es mi especialidad”, dijo el cirujano.

“Pero tú invitaste a ese médico a la cirugía”, dijo el acusador.

“Pero no es mi empleado”, argumentó el doctor.

“Pero a ti te contrató el paciente, y tú invitaste al anestesiólogo. Así que bai”.

Entonces, moraleja sin Corbata: si para los mini invitados de la fiesta, van a contratar amenidades de las cuales pudiera ocurrir algún algún accidente, los papás organizadores se deben proteger. Por ejemplo, firmando con la empresa contratada un documento en el que:

  • Se indique que sólo permitirá subirse a niños que cuenten con el permiso de su papá / mamá (si la naturaleza del juego lo justifica)
  • La empresa manifieste bajo protesta de decir verdad (y lo acredite con algún documento si es posible), que ha dado todos los mantenimientos requeridos al juego
  • Se responsabilice de cualquier plato roto
  • Se especifique visiblemente el perfil de los niños que se podrán subir al juego (edad / estatura máxima y/o mínima)

Y si me dejan ir más lejos: que los papás anfitriones pongan un letrero al lado del juego diciendo: “La responsabilidad es del papá / mamá del niño, no de los anfitriones” (soy abogado, no escritor o poeta, así que la sutileza de la frase la dejo a los organizadores de la fiesta).

Sé que suena súper aguafiesta y no volverán a invitarme a comer niño envuelto… Pero supongamos que se zafa uno de los resortes del trampolín, o que el operador haya ajustado mal al niño y se cae estando en el punto más alto

Es más aguafiesta tener que pagar una indemnización por un accidente. Ya no digamos presenciar un siniestro de un niño.

¿Qué dijiste campeón? ¿Qué en cuanto cobraría un “kit” de prevención para contratar un trampolín de bungee jump?

Si me invitan a cotorrear a la sección de adultos de la siguiente piñata, va gratis.

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