Piensos del Autor

¿Qué va primero: el derecho o la justicia?

¿Qué va primero? ¿Qué es más importante? ¿Estamos en un dilema parecido al de “el huevo o la gallina”? Pues más o menos, porque la respuesta no es tan simplona como elegir “A” o “B”.

A lo que tengo entendido, la respuesta más aceptable en el dilema del “huevo o la gallina” es: Antes de la gallina, hubo un huevo de una especie diferente a la gallina, menos evolucionada que la gallina, pero más evolucionada que el primer ser vivo en el planeta tierra. Si esa no es la respuesta correcta, no me importa. Porque este espacio no es de biología.

Pero lo que sí nos importa, y de lo cual sí tenemos certeza (creo) es el diverso dilema planteado: ¿Primero es la justicia y luego el derecho? ¿O al revés? Adelantamos la respuesta en el siguiente esquema:

Los dos pilares de todo –es decir, bing bang del cual depende la justicia, el derecho y todo lo demás– son la igualdad, y la dignidad. A partir de ahí construimos todo ese andamiaje que los abogados nos dedicamos a operar. 

Precisiones, varias. No estoy inventando el hilo negro. Estas ideas no son mías. Entre los principales expositores puedo citar a Immanuel Kant y Ronald Dworkin. Otra precisión es que la igualdad no se debe de entender como igualdad distributiva (en el sentido de a todos repartir lo mismo), sino como igualdad de trato y consideración. ¿Por qué debe de haber esta igualdad de trato y consideración? Por el simple hecho de que todos somos personas, seres humanos, y es razonable todos seamos tratados con la misma consideración. 

La dignidad: Stefano Rodotà la define como la hija trágica del siglo XX. Así como la igualdad fue la hija de la modernidad, la dignidad es la hija que resultó de las tragedias que sufrió la humanidad a mediados del siglo XX, como consecuencia de los regímenes totalitarios. Como consecuencia de las codificaciones legales flagrantemente discriminatorias. Tratar con dignidad a alguien, es crear las condiciones para que ese alguien pueda tomar sus decisiones con responsabilidad y libertad. 

Ahora bien, después de ese big bang que lo integran la igualdad (en trato y consideración) y la dignidad, viene la justicia. Esta es una virtud que determina la forma en que se van a asignar los deberes y cargas dentro de una sociedad, y la forma en que se repartirán entre los miembros de la sociedad los beneficios producidos por esta. Esta definición es de una institución en teoría de la justicia: John Rawls. 

El propio Rawls, basándose en otros pensadores que le precedieron, establece la forma en que se pueden obtener las directrices de justicia: imaginando lo que pactarían las personas en “un estado original”, con un “velo de ignorancia”. Es decir: lo que pactarían las personas sin saber de qué van a rolar en la vida. No saben si van a ser ricos o pobres, muy inteligentes o mentalmente limitados… Y con esa incerteza, deben de pactar las reglas del juego para que, sea cual sea el papel que les toque jugar en la vida, puedan alcanzar su bien, realizar un proyecto de vida. Eso sí, esas reglas a establecer desde luego tienen límites, los dos pilares que constituyen el big bang: igualdad y dignidad de cada uno de los miembros. 

Una vez establecidas las directrices de justicia, para lograr respetarlas se construye todo el alud de ordenamientos jurídicos: constituciones, leyes, reglamentos, y todo aquel mandamiento que tienda a poner orden. 

Por eso es que: La norma extremadamente injusta no puede ser derecho (Gustav Radbruch). Pero aquello que es solo es “injusto”, y no “extremadamente injusto”, no sale en automático del orden jurídico. Porque el simple hecho de formar parte de un orden jurídico, le da cierta moralidad a la norma (Robert Alexy). Y a la sociedad le conviene el orden, no la anarquía donde cada quien haga lo que quiere…

Entonces podemos concluir así: El fin del derecho es preservar la justicia. Y el fin de la justicia, es asignar las cargas y forma de repartir los beneficios, respetando siempre la dignidad así como la igualdad de trato y consideración. 

¿Qué dijiste campeón? ¿Que por qué cito de manera tan ramplona en este artículo? Porque en este espacio lo importante es compartir ideas, no seguir un método. Y si alguno de mis 5 lectores quiere saber un detalle más específico de la referencia, estaré ávido de recibir su mensaje (así me siento menos ignorado…).

Compártenos tu opinión

Related Posts

Sin resultados.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Fill out this field
Fill out this field
Por favor, introduce una dirección de correo válida.