Los Abogados también podemos ponernos reflexivos e introspectivos. Y ello se facilita más, en estos días donde ese tirano de pantalla táctil (sí, por desventura ya todos son así) no suena tanto. Y si suena, es para cotorrear. No porque haya un incendio que apagar.
Esta reflexión nos condujo a ese aditamento con el cual confesamos tener una relación amor/odio. Aditamento que puede ser compañera, confidente, verduga, e interlocutora: la corbata.
Lo que nos motivó a escribir de esta prenda unisex, es un caso que sucedió en la Argentina provincia del Chubut. Parece que fue en febrero del 2014, cuando un juez del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia del Chubut, de nombre Darío Arguiano, impidió al Abogado Óscar Romero participar en una audiencia, porque no portaba esa prenda que constituye el villano favorito de este espacio: la corbata.
Al haber sido interpelado por el Juzgador, el Abogado dijo que no llevaba corbata “por una cuestión de principios (guareverdatmins tratándose de abogados)” El Superior Tribunal tardó casi tres horas en deliberar, y finalmente resolvió tres votos contra dos, lo que muchos podrán ver como la victoria de la aristocracia: el abogado no podía estar sin corbata en la audiencia.
Los argumentos fueron: es un signo de respeto, no le hace mal a nadie, es una costumbre que no debe perderse, la corbata es parte “de la cultura forense, que representa a los judiciales como grupo social”.
Los Abogados Sin Corbata no nada más vamos a compartir este particular episodio de la vida judicial (y de las corbatas). Sino que nos vamos a atrever a opinar. Es riesgoso, tememos que al opinar vayamos a perder a uno de nuestros dos lectores… Acotamos que nuestra opinión, va a ser campus México. Es decir, la vamos a emitir tomando en cuenta la cosmovisión Mexicana. ¿Por qué? Porque no les manejamos tan bien la cosmovisión Argentina.
¿Coincidimos con la determinación del tribunal chubutense? No. El único sustento en ley que hemos podido encontrar de la resolución en comento, es el Artículo 310 del Código Procesal de Chubut, que señala “se deberá de negar el acceso a las audiencias a la persona que se presente en forma incompatible con la seriedad de la audiencia”
¿Comparecer sin corbata a una audiencia es falta de respeto? No. Sostenemos que no traer corbata en una audiencia, al día de hoy conforme a la cosmovisión Mexicana (ya acotamos el campus de la opinión), no es falta de respeto. ¿Se ve menos formal? Sí, pero no para catalogarlo como una falta de respeto.
La falta de formalidad tiene niveles. Puede tener grados leves, que no afectan a terceros. Pero puede tener grados más fuertes, que ya pueden afectar a terceros, porque pueden constituir faltas de respeto. Verbigracia, que el postulante compareciera en chores cortos y playera de tirantes (y quién sabe… ello ya dependerá de qué tan hipster sea la zona en que esté el tribunal).
Es decir, el mismo argumento que utilizó la Suprema Corte en México para declarar inconstitucional la prohibición al uso recreativo de la marihuana, aquí la usamos los Abogados Sin Corbata para defender la comparecencia a audiencias sin corbata: si tu daño personal no es taaan fuerte (viéndote informal), y no afectas terceros (porque la informalidad no es escandalosa ni constituye falta de respeto), al diablo. Entra a la audiencia sin corbata. Al margen de que se comparta o no el pienso y las conclusiones de la Corte en el tema de la marihuana, es perfectamente aplicable a las corbatas en audiencias.
Compartimos la postura de uno de los juzgadores disidentes en la deliberación, Panizzi: “Cualquier herida a la sensibilidad estética de quienes dirigen la audiencia no necesariamente implica forma incompatible con la seriedad de la audiencia (…) moderen los señores jueces la energía de la que han sido dotados por la constitución y la encaucen a los propósitos que les dio motivo”.
Muchas veces, así se nos antoja decirle al Estado: Modera Estado tu energía regulando y censurando tonterías, y encáusala al propósito que te dio razón de ser: brindar seguridad.
¿Ven como filosofar en torno a la Corbata nos da para tanto?
Ahora bien, pasemos a la siguiente pregunta: ¿Corbata o no Corbata?
¿Es bonito accesorio? ¿O tal como lo denominó el diplomático francés Sacha Passy, es la antesala de la horca?
Hay una pluma autorizada que al divagar en torno a la corbata, le dio rating a la misma. Y desde luego que no nos referimos a E.L. James. Sino a Honoré de Balzac, en “El Arte de Ponerse la Corbata”. En su obra señala: Lo que vale el hombre, vale la corbata, a través de ella, se revela y se manifiesta el hombre.
Y tiene algo de sentido. Pero eso no significa que consideremos un hombre sin corbata no vale nada (sería un balazo al pie decir eso en este espacio). El cliché dice que quien usa corbata, es para reflejar formalidad y elegancia. Y el que no, para proyectar una imagen más casual y relajada.
Luego entonces, si llegan a ver con corbata al Abogado Sin Corbata que escribe, ¿significa que la necesita para reflejar formalidad y elegancia?, ¿o que no es casual? No. Clark Kent usa lentes, y eso no significa que los necesite para ver bien…
