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Cuando el Juez ordena a la Autoridad desbloquear, cumplir su obligación

En días recientes se dieron a conocer dos casos, que nos devuelven la esperanza en que esta demarcación geográfica llamada México, pueda cambiar: La Sentencia de Amparo que ordenó liberar la Avenida Bucareli en la Ciudad de México; y la admisión del amparo presentado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), doliéndose de la omisión del Presidente y otras autoridades, en garantizar el derecho al libre tránsito ante los bloqueos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca.

Sobra decir que estamos viviendo un momento de ausencia de autoridad. El Poder Ejecutivo Federal y distintos Ejecutivos locales, han demostrado temor a actuar contra grupos de presión, que toman como rehén a la ciudadanía para lograr sus exigencias. El Poder Ejecutivo, lejos de aplicar la ley para evitar que los ciudadanos sean rehenes, opta por buscar negociar con los delincuentes y grupos de presión (negociar con delincuentes, guareverdatmins), sin importar las afectaciones que con el transcurso del tiempo se están generando a los ya mencionados rehenes y víctimas: los ciudadanos.

¿Y cuál es la consecuencia que está generando la falta de autoridad? Desesperación. Misma que ha provocado que los propios rehenes busquen su libertad, tomando la justicia por sus propias manos. Es decir, tratando de quitar los bloqueos por sus pistolas. O que los empresarios amenacen con no cumplir con sus obligaciones tributarias, ante el hecho de que la Autoridad no cumple su obligación de protegerlos. La premisa es sencilla: el caos fácilmente trae más caos.

Es por lo anterior, que nos da una luz de esperanza el hecho de que se esté haciendo efectiva una forma para sin salirse de las Instituciones que deben reinar en una sociedad democrática, obligar la Autoridad a cumplir con sus obligaciones: El Juicio de Amparo. Irónico, este Juicio nació con la intención de proteger al gobernado ante los abusos de la autoridad en el ejercicio de su imperium; y ahora se está usando para obligar a la autoridad a usar su imperium.

Como adelantamos, la COPARMEX presentó un Juicio de Amparo contra el presidente y otras autoridades, por su omisión en garantizar el libre tránsito frente a los bloqueos del CNTE. ¿Los Abogados Sin Corbata le auguramos éxito a este Juicio de Amparo? Desde luego. El planteamiento es correcto, y si es debidamente llevado, deberá de llegar a buen puerto. Máxime porque en días recientes se resolvió un diverso juicio de Amparo con un planteamiento similar, que tuvo por efecto ordenar liberar la Avenida Bucareli en la ciudad de México, del bloqueo que había en esta (sentencia que fue acatada por el Gobierno de la Ciudad de México).

Un sacerdote jesuita holandés inició un Juicio de Amparo doliéndose de que las autoridades de la Ciudad de México, estaban siendo omisas en garantizarle su derecho al libre tránsito ante el bloque que había en Avenida Bucareli. El Juez de Distrito que resolvió su amparo, dicta una sentencia con una delicia argumentativa en la que pondera y valora los dos derechos en conflicto: el libre tránsito, y la manifestación pública.

De verdad que vale la pena leer esa sentencia (la pueden leer AQUÍ ). Esta resolución debería de ser analizada por toda persona que pretenda salir a la calle a manifestarse. Es más, la deberían de dar como libro de texto en las primarias, y a toda persona que aspire a un cargo público. Así ayudaríamos a erradicar uno de los grandes males en este país: el justificar que los grupos de presión tengan como rehén a la ciudadanía.

En la sentencia que referimos, el Juez de Distrito reconoce el derecho a la manifestación pública. Pero deja en claro que su finalidad, siempre debe de ser la expresión e intercambio de ideas, no la alteración de la paz a terceros. De ahí que no es justificable que en aras de permitir la expresión a diversos grupos, se toleren afectaciones a la ciudadanía. El Juez reconoce que los manifestantes tienen derecho a estar en lugares visibles, que den publicidad social a su expresión; pero sin afectar a terceros.

¿El Amparo concedido al sacerdote holandés abre la puerta a más amparos de este tipo? Desde luego, y para el bien de nuestra sociedad, que bueno que así sea. Para lograr sea concedido un amparo como el que nos ocupa se deberá:

  1. Alegar la obligación legal que tiene la autoridad, de garantizar el derecho que se le está violando al quejoso (en este caso, libre tránsito).
  2. Demostrar que la omisión de la Autoridad, realmente afecta al quejoso (en este caso, el sacerdote jesuita demostró ser vecino de la zona).
  3. Demostrar la situación hecho que hay, en virtud de la omisión de la autoridad (fácilmente se demostró la existencia del bloqueo en Avenida Bucareli…)

Y siguiendo esos sencillos pasos, ¡Voilá! Se tendría un bonito amparo, que obligará a la Autoridad a actuar.

Los Abogados Sin Corbata, aplaudimos a los jueces Décimo Primero y Décimo Sexto de Distrito en Materia Administrativa de la ciudad de México. Por darnos esta luz de esperanza en que vía las instituciones, podamos restablecer el orden que todos queremos. Ojalá la judicatura siga actuando con esta independencia, y el Poder Ejecutivo respete, pero sobre todo acate esta independencia.

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