Hay una idea generalizada, de que la tecnología, y en particular los teléfonos móviles, están separando a las personas. De ahí que circulan en las redes tantas fotografías y comentarios, en el sentido de que la gente prefiere tener contacto con su teléfono celular, que con las demás personas.
Pues bien, dos importantes descubrimientos que tuvieron los Abogados Sin Corbata esta semana, les ha confirmado que los teléfonos celulares, lejos de separar a las personas, las une: Couchsurfing y bla bla car. La primera fue toda una revelación; mientras que de la segunda, yahabíamos oído hablar, pero en esta semana descubrimos su alto impacto en México.
Esperamos no incurrir en imprecisiones, porque hemos de confesar que los Abogados Sin Corbata todavía no nos aventuramos a usar las aplicaciones antes mencionadas (la tecnología, no es la mejor amiga de los abogados y las leyes). Así que nos vamos a atrever a describir las dos novedosas aplicaciones, en base a lo que nos compartió la persona que nos hizo la tecnológica epifanía, lo que investigamos en Wikipedia, y en los correspondientes sitios de internet.
Couchsurfing: Es una aplicación donde una persona anuncia a los demás miembros de la plataforma tecnológica: ¡Hey extraños! ¿Quién quiere venir al sofá de mi casa a convivir, o a navegar algunas horas en internet? (sí, la gente lo hace)
Supimos de esta aplicación, porque una persona nos hizo una “consulta”. Y ponemos consulta entre comillas, porque la pregunta no nos fue hecha porque realmente buscara asesoría; sino sólo para saber qué contestábamos (como en los pasajes bíblicos). La persona que hizo la “consulta”, renta cuartos para estudiantes mediante un contrato de arrendamiento, en el cual, está regulado de forma estándar el tema de las visitas. Un inquilino muy vivillo (pero educado, hemos de reconocer), le preguntó si podía hacer couchsurfing. Cuando el inquilino preguntó si podría invitar couchsurfers, hizo ver que esto encuadraba totalmente con el término de visita.
La persona que nos hizo la “consulta” preguntó a los Abogados Sin Corbata: ¿En virtud de mi regulación estándarde visitas dentro de mi contrato de arrendamiento, debo permitir el couchsurfing a mi inquilino? La respuesta de los Abogados Sin Corbata fue que no. Porque aun cuando de manera literal, el couchsurfing pudiera encuadrar dentro del término visita; consideramos que ello excede, del espíritu de lo que es una verdadera visita.
Cuando se da un inmueble en arrendamiento, esto se hace para que una cierta persona (y no alguien más), use un inmueble. Tan es así, que el inquilino no puede subarrendar sin permiso del arrendador, a menos que haya pacto expreso. Y el couchsurfing es equivalente a poner un letrero afuera de la propiedad que diga: ¡Hey extraños, ¿quién quiere venir a usar el inmueble que rento?! Es decir, el inquilino está ofertando de manera abierta, el uso del inmueble. Está abiertamente, celebrando contratos de comodato con (muy diversas) terceras personas. Aun cuando no cobre, el inquilino está ofertando a terceras personas el uso del inmueble. Lo cual consideramos contrario al contrato, si no hay autorización expresa.
Evidentemente, el tema es muuuuy debatible. Por fortuna de quien nos hizo la “consulta”, pero por desventura para la comunidad jurídica; el vivillo (pero educado) inquilino reconoció que no era prudente hacer couchsurfing. Así que los Abogados Sin Corbata nos quedamos con las ganas de demandar una rescisión de contrato de arrendamiento, por couchsurfear sin autorización.
Pero en lo que se genera un precedente judicial, que dirima si couhcsurfear es o no equivalente a la visita; o haya una reforma legal que contemple el tema, sugerimos que en sus contratos de arrendamiento, regulen expresamente lo que estimen prudente respecto a esta figura.
La otra epifanía tecnológica sólo la mencionaremos, porque merece un artículo propio. Bla Bla Car: Una aplicación donde una persona anuncia a los demás miembros de la plataforma: ¡Hey extraños!, voy a hacer un viaje en este “x” trayecto, ¿Quién quiere que le dé un aventón (a cambio de dinero, claro)?
Si movilidad está hecha bolas porque afirma no está regulado el tema Uber… ¿qué pasará cuando Bla Bla Car esté en su radar?
Como pueden ver, es evidente que la tecnología lejos de separar, está uniendo a las personas. ¿Entonces el problema es que las personas ya prefieren interactuar a través de un teléfono celular, que de manera personal? Entonces probablemente es momento ser conversadores más entretenidos. Viva la libre competencia, no seamos luditas.