Apto para público en general

El plástico: Un problema que no podemos ignorar

¿Sabías que hasta el 31 de diciembre de 2017, gran parte de los desechos de plástico que generabas iban a parar a China? Desde residuos de plástico hasta desperdicios de papel y metales, China era el mayor importador de desechos reciclables del mundo, importando un 55.3% de todo el plástico usado en el planeta con fines de reciclaje o reúso para su propia población y para el extranjero.

Sin embargo, como parte de la política pública Valla Verde, que intenta reducir la contaminación ambiental en China, desde el 1 de enero de 2018, el país asiático restringió totalmente la entrada de desechos de plásticos y de otros 23 tipos de materiales reciclables y desechos sólidos.

La decisión anterior también se suma al hecho de que el reciclaje de basura nacional ya es suficiente para abastecer la demanda de diversas materias primas del país; materias primas que provenían principalmente de los desechos de Occidente.

Pero, así como China empieza a solucionar sus problemas ambientales con esta medida y a posicionarse como país líder en la lucha contra la contaminación ambiental, una gran problemática surge en los países que dependían de China para deshacerse de sus desechos: ¿qué hacer con la basura? Sobre todo, con los desperdicios de plástico.

Y es que, de todos los desechos que existen, ninguno amenaza más a las ciudades como lo hace el plástico usado.

Halifax, por ejemplo, una pequeña ciudad en Canadá que exportaba el 80% de sus desechos de plástico a China, ha tenido que enterrar 300 toneladas métricas de estos residuos al no saber dónde almacenar las grandes cantidades de plástico que se han acumulado desde que se impuso la medida.

En otras ciudades como Calgary, en Alberta, estos desechos se han almacenado en bodegas hasta en tanto se decida cuál será su destino. Lo mismo sucede en distintas ciudades de Estados Unidos y Europa, en donde los gobiernos no saben aún cómo abordar este problema y analizan diversas alternativas para su solución.

Entre las alternativas, está acomodar estos residuos en países como India, Nigeria, Turquía o Malasia, que analizan sustituir a China en el mercado de compra venta de residuos reciclables.

Ante este escenario, es inevitable preguntarse si la respuesta correcta es buscar otro país a dónde mandar los desechos reciclables como el plástico, producto que nunca se desintegra si acaba en nuestros océanos (en este artículo de El Financiero, se explica con claridad el proceso de biodegradación del plástico, al igual que en esta tabla), o si por el contrario, existen alternativas para minimizar los daños causados por este producto.

En nuestra opinión, enviar desechos sólidos reciclables a otros países no soluciona el problema, porque aún y cuando existe una industria dedicada al reciclaje, millones de productos de plástico se siguen fabricando cada día.. La única solución real es bajar el consumo de estos productos para minimizar su producción. A menor oferta, menor demanda. Y acciones concretas deben tomarse en esta dirección.

La prohibición de bolsas de plástico

Países como Ruanda, Kenia y Marruecos, en África, prohíben el uso, fabricación e importación de bolsas de plástico. En Europa, Francia prohíbe la entrega de bolsas de plástico no degradables en los supermercados, mientras que Inglaterra y Alemania cobra a los usuarios que quieran bolsas de plástico para cargar sus compras.

En México, por su parte, todos los intentos se han quedado en propuestas e iniciativas locales, y ninguna regulación concreta ha surgido para limitar el uso de las bolsas de plástico; salvo en Querétaro, en donde se aprobó por unanimidad el Reglamento de Protección Ambiental y Cambio Climático.

Esta regulación, entre otras medidas, restringe la entrega de bolsas de plástico desechables para la carga de productos en tiendas y supermercados. Y aunque otro tipo de empaques de plástico seguirán permitiéndose, la prohibición en el uso de bolsas de plástico seguramente tendrá impactos positivos, pues se estima que alrededor de dos millones de bolsas de plástico desechables se usan diariamente en la ciudad; cantidad de bolsas que desaparecerá después del 1 de abril de 2018.

Las consecuencias de esta medida servirán de ejemplo para otras comunidades mexicanas, quienes podrán replicar sus aciertos y mejorar sus errores.

Los Abogados Sin Corbata, creemos que regulaciones para limitar el uso de bolsas de plástico son el inicio correcto para mitigar el daño ambiental, pues tan solo con esta medida, millones de bolsas al año dejarían de producirse, minimizando la cantidad de bolsas que acaban en nuestros campos y océanos.

Mientras tanto, los únicos que podemos mejorar las condiciones en las que vivimos somos nosotros. Y esto puede hacerse a través de cinco acciones muy concretas que quizás ya has escuchado antes:

1- Evita usar popotes y pedir tapas de plástico para cubrir el envase de tu café;

2- Utiliza una misma bolsa ecológica o de tela para hacer el súper y así evitar llenarte de bolsas de plástico;

3- No pidas bolsas de plástico cuando no las necesitas (por ejemplo, para cargar un refresco y unos chicles);

4- Cómprate un termo (que no sea de plástico) para minimizar el consumo de botellitas de agua;

5- Reúsa lo más que puedas.

Y para despedirnos, me topé por ahí con esta frase sencilla, pero con un mensaje poderoso, que me gustaría compartirles:

Si no reciclas, reúsa. Si no reúsas, reduce.

Y ustedes, queridos lectores, ¿qué opinan? ¿creen que la regulación del uso de bolsas de plástico sea efectiva?

Compártenos tu opinión

Related Posts

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Fill out this field
Fill out this field
Por favor, introduce una dirección de correo válida.