Piensos del Autor

El tema del #BORINGALERT

Sé que carcome la emoción y los nervios (#KhéNervios #KhéMosión) por saber cuál es el tema que ocupa al descorbatado autor en la investigación de su nueva aventura académica.

El objetivo de la investigación es… (redoble de tambores): Demostrar que la prohibición a la eutanasia, viola el Derecho Humano a la Autodeterminación.

Viendo para dentro, me parece que la motivación a este tema fueron dos factores:

  1. Una experiencia muy cercana que me hizo pensar: “Zaz, si llego a estar en x, y o z situaciones médicas, sí quisiera me bajaran el switch de la vida…; porque ¿ya cómo para qué seguir infructuósamente aferrándose a seguir en el planeta tierra por seguir en el planeta tierra? A costa de… muchas cosas”

Cuántas veces no hemos escuchado: “Qué bueno que ya murió, ya está descansando”. ¿Por qué no permitir ese descanso cuanto antes? ¿Nada más por defender la vida “porque sí”?.

  1. Mi odio al Estado metiche. Me refiero al “Estado” como “estado nación”. No “estado” como “actitud” o lo que se pone en el feis.

Me contraría que el Estado se meta en más frentes de los que debe. La principal función del Estado es darnos seguridad y justicia. Ya lo decía Thomas Hobbes en el Leviatán: las personas se aglutinan en sociedad, y ceden a ese monstruo (el Estado) el monopolio de la fuerza, para que las proteja…

Y a pesar de que no tiene resuelta su principal función (dar seguridad y justicia), ahí anda ese monstruo al que le dimos el monopolio de la fuerza metiendo su nariz en nimiedades: que la gente no consuma esto, que no consuma lo otro, si tienes un comercio pon precios a la vista, y turbo largo “ETC” Hasta parece que el estado agarra (o se lanza solo) bolas fáciles, para dar la impresión que “sí tiene punch”; pese a que no puede con las bolas que realmente le toca batear: dar seguridad y justicia.

Ese odio al Estado me llevó a querer sostener en mi investigación que sería violatorio a derechos humanos, que el Estado te prohiba poder tener la aceleración (o actualización inmediata) de la muerte en cualquier situación.

Es decir, me llegó la idea de querer afirmar que en cualquier supuesto (siendo mayor de edad, y en pleno uso de facultades mentales) se podía llegar con el médico y decirle: “lléguele Doc, inyécteme un pase al otro mundo, ya quiero tirar la toalla”.

¿Acaso el Abogado Sin Corbata se la habrá rifado de llevar su tema de investigación tan lejos?

En la siguiente entrega de #BoringAlert se resolverá esta duda.
*Si dejo hasta aquí la publicación, no es porque pretenda generar emoción y darme mi taco tipo Game of Thrones. Sino porque ya aprendí que si pongo más caracteres pierdo al lector, si es que lo hay (emoji de carita triste).

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