Esta semana, la administración de Donald Trump escandalizó al mundo con dos sorprendentes decisiones: i) la política de separación de familias inmigrantes; y ii) la salida de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (el Consejo). El día que comunicaron esta última decisión, la revista Time reportó que el tema se convirtió en trending topic en Twitter, superando inclusive al mundial.
Pero ¿Es grave que Estados Unidos se haya separado del Consejo? Y en su caso, ¿Qué consecuencias trae para el resto del mundo? Para responder a estas preguntas, primero tenemos que explicar qué es el Consejo, qué es lo que hace y cuál es el impacto de sus resoluciones en la comunidad internacional.
Naturaleza del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas es un organismo intergubernamental de las Naciones Unidas, que se dedica a fortalecer la protección y promoción de los derechos humanos en el mundo. ¿Cómo hace eso? A través de recomendaciones que son el resultado de investigaciones en los países miembros de la ONU.
Así pues, el Consejo tiene la facultad de nombrar Comisiones y Misiones de Investigación en países en los que se están cometiendo violaciones a derechos humanos, y de emitir recomendaciones con base en el resultado de esas investigaciones Adicionalmente, el Consejo puede convocar reuniones urgentes a corto plazo cuando surjan crisis de derechos humanos en cualquiera de los países miembros.
Finalmente, el Consejo puede adoptar nuevos tratados y declaraciones internacionales en materia de Derechos Humanos. Por ejemplo, la Declaración sobre los Derechos de las Personas Indígenas fue creada por el Consejo.
Ahora, debido a que el Consejo no es una Corte Internacional, sus recomendaciones son solo eso: recomendaciones. A esto se le conoce jurídicamente como soft law, ya que a pesar de que sí se tratan de resoluciones jurídicas, no son vinculantes para los Estados miembros. Es decir, no hay sanción si un Estado no cumple con una recomendación del Consejo. Sin embargo, si el Estado no sigue las “sugerencias” del Consejo, su reputación internacional se ve comprometida… tal como la reputación internacional de Estados Unidos anda por los suelos actualmente.
Estados Unidos y el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
La Embajadora de Estados Unidos frente a las Naciones Unidas, durante el discurso que anunció la separación, llamó al Consejo “hipócrita y egoísta”, a la vez que calificó al organismo como “un pozo negro de parcialidad política”. Y si en algo tiene razón este comunicado, es que países como Arabia Saudita y China, que se caracterizan por ser países con un lato número de violaciones a los derechos humanos, son miembros del Consejo.
Es decir, ¿cómo es que un consejo que promueve la protección y defensa de los derechos humanos, tiene países miembros de dudable reputación en la materia? Y es que aunque las resoluciones del Consejo han sido efectivas (alrededor del 75% de las recomendaciones son implementadas por los Estados miembros a los que son dirigidas), el ideal es que los miembros del Consejo deberían ser congruentes con las causas que apoyan.
Ahora, también es cierto, como dice el dicho, que ningún país está libre de pecado(ni empecemos por México). En todos los países se cometen violaciones a los derechos humanos, siendo unas más graves que otras. Sin embargo, el Consejo se creó precisamente para evitar estas conductas y orientar a los países en la protección y defensa de los derechos del hombre. Por eso es mal visto que Estados Unidos se haya salido del organismo, pues manda un mensaje de “me vale %&$/! la cooperación internacional en materia de derechos humanos. Yo voy a defender los derechos humanos como me plazca” (¿y realmente podemos decir que está defendiendo los derechos humanos cuando ha mantenido a niños encerrados en jaulas por días?)
Así pues,¿Hay consecuencias graves para la comunidad internacional con la salida de Estados Unidos del Consejo?No, puesto que las resoluciones se toman por votación y seguirán saliendo independientemente de él (a menos que en ocasiones, su voto haya sido determinante para que se aprobara o no una resolución).
Ahora, el hecho de que Estados Unidos se haya salido, posiblemente facilitará la toma de decisiones respecto de la crisis de derechos humanos entre Israel y Palestina, pues las violaciones a los derechos humanos por parte de Israel a los palestinos son un tema de análisis e investigación permanente en el Consejo, cosa que a Estados Unidos no le parece en lo absoluto y que al parecer, fue la gota que derramó el vaso para que Estados Unidos se saliera. (Para nadie es un secreto que Estados Unidos defiende a capa y espada los intereses de Israel, y esta decisión de separarse del Consejo, pone en evidencia tal realidad).
Por tanto, con una decisión puramente política, Estados Unidos continúa en su camino hacia la unilateralidad, demostrando qué fácil es destruir lo que tanto trabajo costó construir.