Las estadísticas recién arrojadas por el INEGI reflejan que en los primeros 8 meses del año 2020, hubo un “exceso de mortandad” del 37.9% en comparación al promedio de fallecidos desde el 2012. Este aumento en la estadística, refuerza la necesidad de tomar previsiones ante la llegada de ese inequívoco síntoma de que hubo vida: la muerte (parafraseando a Benedetti).
1 Decide quien va a decidir por ti.
No se puede descartar la posibilidad de que previo a la muerte, haya un periodo (largo o no) donde el paciente no pueda tomar decisiones y alguien las deba tomar por él o ella. Por eso la importancia de que decidas en caso de contingencia, quien decidiría por ti.
Entre las decisiones más importantes que tomaría esa persona son: (i) a qué tratamientos médicos te sometería, y (ii) si en caso de situación terminal suspende el tratamiento curativo para dar inicio a uno paliativo. Esto último en los términos de ley significa:
… la cancelación de todo medicamento que busque contrarrestar la enfermedad terminal del paciente y el inicio de tratamientos enfocados de manera exclusiva a la disminución del dolor o malestar del paciente.
Ley General de Salud, artículo 166 bis.
El medio idóneo para para dejar en claro quien va a decidir por ti, es en un documento ante notario donde designes un tutor.
2 Señala qué decisiones quieres que tomen por ti.
Puedes establecer lo que la ley denomina “directriz anticipada”. Lo que la ley define como:
… expresar su voluntad por escrito ante dos testigos, de recibir o no cualquier tratamiento, en caso de que llegase a padecer una enfermedad y estar en situación terminal y no le sea posible manifestar dicha voluntad. Dicho documento podrá ser revocado en cualquier momento.
Ley General de Salud, artículo 166 bis 4.
Por ejemplo, tal como la y comentamos en una diversa publicación: en una directriz anticipada puedes decidir si en caso de Covid-19, quieres que te intuben o no.
Tema importante: en la directriz anticipada no se puede establecer eutanasisa o sucidio asistido. Esto está expresamente prohibido por la ley. No se puede pedir al médico que haga actos “tendientes a bajar el switch de la vida”. Lo más que se puede hacer es lo antes expuesto: pedir que cesen los cuidados curativos, y pedir que sean puros cuidados tendientes a disminuir el dolor.
Lo ideal es que un documento de esta naturaleza, lo redactes con la asistencia de tu médico de confianza. Para que así estés seguro de que las directrices sean razonables, ejecutables por un médico, y lo más importante: realmente reflejen lo que tú quieres.
¿Cómo se decide lo anterior? Ley General de Salud (que es Federal) señala que basta un documento ante 2 testigos. La Ley de Salud del Estado de Jalisco pide que sea ante notario o ante la Secretaría de Salud. Los Estados sí tienen facultades para pedir más requisitos en estos ámbitos. Por lo que el consejo conservador, es que la directriz anticipada se firme ante notario, en el mismo documento en que se designe el tutor. Que es la persona cuyo principal encargo sería cuidar que se cumpla la directriz anticipada que establezcas.
¿Y si no se toman las decisiones anticipadas antes referidas? La ley señala que decidirán familiares o personas de confianza. El riesgo desde luego es que estas personas no se pongan de acuerdo, o no decidan lo que tú hubieras querido. Si no hay una decisión proveniente de familiares o personas de confianza, la decisión la tomará el médico especialista y/o el comité de bioética de la institución.
3 Deja con provisiones a la persona que va a tomar decisiones por ti.
El consejo más práctico es: abre una cuenta bancaria con un fondo específico que consideres prudente, donde tenga firma autorizada la persona que vaya a tomar decisiones por ti.
Porque si hay una etapa crítica del paciente donde no puede tomar decisiones, y evidentemente tampoco pueda ejecutar actos de voluntad para disponer de dinero, solo hay 2 opciones: (i) que alguien más ponga dinero, o (ii) que alguien más pueda disponer de los recursos del paciente (o al menos de una cantidad limitada, como previamente se apuntó).
“La muerte siempre es temprana, no perdona a ninguno”, decía Pedro Calderón de la Barca. Así que más vale estar preparados…
¿Qué dijiste campeón? Sí, qué bueno “pasó el terrible 2020, y llegó un año nuevo”.