La mañanera del viernes pasado fue atroz: violando una mutiplicidad de leyes, el Presidente ventiló supuestos datos financieros de un periodista incómodo, con el objetivo de demeritarlo. ¿Qué podemos hacer para evitar vivir otra escena así? Ver como alerta roja cuando:
- Un político hace a un lado el derecho por buscar un “bien mayor”. Sí, como lo hicieron Samuel García y Mariana Rodríguez al sustraer del DIF a un niño, para una “convivencia temporal”, y llevárselo a su casa un fin de semana presumiéndolo en redes sociales.
- Un político demuestra de manera burda querer usar el derecho para su beneficio personal. Sí, Roberto Palazuelos (aspirante al gobierno de Quintana Roo por Movimiento Ciudadano) al decir que ya ajustaría cuentas con sus opositores cuando sea gobernador.
La reacción de la sociedad civil ante la ofensiva del Presidente contra el periodista, fue correcta: externar su indignación y alzar una voz unánime en contra de este abuso de poder.
Lo que no podemos perder de vista, es que la sociedad civil está defendiéndose estando ya a unas cuadras del autoritarismo. Lo ideal hubiera sido impedir que alcanzara el poder un político que llegó a gritar “¡Al diablo con sus instituciones!”. Pero bueno, ya está en el poder. El electorado mexicano subió al poder a un político que siempre demostró no ser fan del derecho, y ahora estamos nadando contra corriente para evitar que el político ungido como presidente, nos arroje a un régimen autoritario.
¿Qué podemos hacer en este punto?
- Seguir nadando contra corriente para evitar que el Presidente nos arroje al autoritarismo.
- Evitar que lleguen al poder, o sigan ascendiendo en el mismo, políticos que han demostrado no ser fans del derecho.
Las (máximo) 800 palabras de hoy las dedico al 2do punto.
Parto de la premisa que la “convivencia temporal” realizada por Samuel y Mariana fue contraria al orden jurídico de Nuevo León, porque no había cauce jurídico que lo permitiera. En adición a que fue totalmente ilegal la exposición de la imagen del menor, realizada por el Gobernador y su esposa durante ese fin de semana.
A pesar de que esa “convivencia temporal” fue ilegal, hay quienes dicen “¿Por qué tanta alharaca por haberse llevado de fin de semana a un menor?” “¿Por qué tanto escándalo si probablemente el bebé pasó el mejor fin de semana de su vida?“
La respuesta es: Porque se trata de un político que está haciendo a un lado el derecho. Y eso, no lo podemos tolerar ni tantito.
Voy al caso de Palazuelos: ¿Por qué tanto escándalo si nada más anunció presentaría acciones legales como cualquier ciudadano lo puede hacer?
La amenaza de Palazuelos fue clara: “ya llegará el momento cuando yo sea titular del ejecutivo que ajustemos cuentas”. Con esa afirmación, deja ver de manera burda que está esperando hacer uso faccioso del derecho una vez que llegue a la esfera de poder.
El ser humano es proclive a buscar mesías, personas que aparentan dar soluciones fáciles a los problemas. Y tomando en cuenta frecuentemente la ley es vista como “una nube burocrática que hace todo más complicado” (porque muchas veces lo es), el ser humano llega a valorar más al súper político(a) que haga ver puede hacer a un lado esa nube burocrática (la ley) para solucionar los problemas.
Pero no es buena idea aplaudir al político que demuestre no ser fan de los límites del derecho. El día 1 hace a un lado esos límites por algo menor; pero el día 2, puede hacer un lado esos límites para cometer un abuso de poder sin precedentes.
El índice de democracia publicado por The Economist Intelligence Unit (visible AQUÍ) revela que estamos a unas cuadras del autoritarismo. Ese índice tiene 4 niveles: 1 Democracia plena, 2 Democracia defectuosa, 3 Sistema híbrido, y 4 Autoritario. México está catalogado como “Sistema híbrido” (guareverdatmins). Si eso no dice mucho, como dato adicional compartimos que en el índice estamos 11 lugares abajo de Bangladesh:
Claramente el horno no está para bollos. Nuestro sistema no está para experimentar y darnos el lujo de poner en el poder personas que “no respeten tanto el derecho”, pero “son buenas personas”; o que “no fue para tanto lo que hicieron”.
El índice de democracia antes referido demuestra que estamos a unas cuadras del autoritarismo; y seguramente el viernes pasado avanzamos varias cuadras más. No nos podemos dar el lujo de avanzar más cuadras rumbo a ese despeñadero.
Si en la boleta electoral no podemos tener a alguien con la sabiduría del Rey Salomón, de menos hay que llevar al poder gente que demuestre tener cierto pudor hacia los límites del derecho…
¿Qué dijiste campeón? Sí, hay que evitar se cumpla el presagio de la famosa canción de Molotov, y no hay que darle “más poder al poder”…
