Piensos del Autor

Conviene querer vivir

Siguiendo con la duda que dejamos en ESTA publicación (sí, súper duda… perdón por quitarles el sueño):

En el tema materia de la investigación que estoy haciendo en mi nueva aventura académica, quise sostener que en cualquier supuesto (siendo mayor de edad, y en pleno uso de facultades mentales) se podía llegar con el médico y decirle: “lléguele Doc, inyécteme un pase al otro mundo, ya quiero tirar la toalla”.

Lo anterior bajo la justificación jurídica de: “es mi vida, mis decisiones, y yo hago lo que quiera con mis cosas. Y tú Estado, no seas metiche, ocúpate de dar seguridad (que es lo que te toca), y no te metas en mi vida. Total, mientras no robe, no mate y pague impuestos, puedo hacer lo que quiera”.

Pero en el “día 1” de mi investigación tuve una epifanía: Permitir que cualquier persona pueda acceder al suicidio asistido, sería incentivar a que todas las personas se quiten la vida. Y eso a la sociedad no le conviene.

El Maestro que nos está enseñando a investigar en mi nueva aventura académica, me dijo algo muy cierto: una norma debe de ser algo sostenible ad infinitum (o al menos eso fue lo que entendí). Lo cual me parece totalmente razonable. Y sostener ad inifinitum que las personas se pueden matar entre sí mismas sin necesidad de justificación alguna (mas que el mutuo consentimiento), sería algo que a la sociedad no le conviene.

– #OyeAbogadoSinCorbata, ¿pero qué no estás a favor de la liberalización de la drogas, y todas esas posturas de las que te gusta ufanarte como el perro liberal que dices que eres?

-Pues sí, pero una cosa es estar a favor de que “cada quien consuma lo que quiera, porque no es dable el estado limite libertades bajo el argumento de “no vaya a ser que abuses y te vaya mal”; y otra cosa es estar a favor de actos que ya de plano te quitan la vida.

En mis introspecciones me caía el veinte de que una permisión del Estado a esos actos que “ya de plano te quitan la vida”, iría en contra del “interés social”.

La Jurisprudencia y la doctrina se ha desmoronado en definir qué es el “interés social”. Pero para efectos de esta publicación, entenderemos ese concepto como: lo que a la sociedad le interesa (tan tan).

Y a la sociedad no le interesa que sin justificación clínica de por medio las personas se quiten la vida porque:

  1. Eso haría que cualquier persona pueda decir: “vida, me bajo el ring”.
  2. Eso desincentivaría el ánimo de lucha, y de hacer cosas para que la sociedad sea mejor.
  3. Y a la sociedad le interesa que todos los miembros de esta, tengan ese ánimo de luchar y hacer cosas para mejorarla.

O lo que es lo mismo: ya te trajo al baile la cigüeña, ahora lúcete en la pista, no le saques. Porque a todos los que están en el baile les conviene pasarla bien. Total, ya están ahí…

A lo mejor toda esta elucubración que me hace sentir mejor persona, es sólo una justificación interna para ese “desarrollado instinto de supervivencia” (del vulgo “miedo”) que me dice “no es buena idea llegar ante los evaluadores de mi investigación, con una idea taaaaan socialmente incorrecta…”.

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